Milenio

El vortice que rodea la tierra. Se podrá algún día posible viajar en el tiempo?

……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

Relacionado:

https://millenio.wordpress.com/wp-admin/post.php?post=9860&action=edit&message=6&postpost=v2

 

La resonancia Schumann o el latido de la tierra

Éste sería el latido de la tierra que está siempre de fondo pero ya no lo escuchas como al latido de tu propio corazón:

Un poco de historia:

Las ondas Schumann
por Guido S. Bassler

http://www.bibliotecapleyades.net/esp_ondas_shumman_0.htm

 En la década de los 50, el Profesor Dr. W.O. Schumann de la Universidad Tecnológica de Munich, Alemania, descubrió el efecto de resonancia del sistema tierra-aire-ionosfera, llamado hoy generalmente ONDAS SCHUMANN o RESONANCIA SCHUMMAN, en honor a su descubridor.


En Física se les denomina «Ondas transversal-magnéticas».

 

Estas ondas Schumann vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos y de todos los mamíferos en general, es decir, 7.8 Hertz (ciclos por segundo). Aunque la Física oficial casi lo ha ignorado, las grandes potencias mundiales pueden estar experimentando con estas ondas, muy reservadamente, en grandes proyectos supersecretos.

 

Esta podría ser la arena militar mas sofisticadas del futuro, ya que por medio de la modulación de estas ondas se podría interferir drásticamente en la mente del enemigo, causándole los estragos mas inimaginables, que eventualmente podrían causar consecuencias imprevisibles.


El Profesor Schumann trabajaba, en ese entonces, con sus estudiantes universitarios, en cálculos de potenciales en sistemas esfero-simétricos. Un día, les planteó el deber de calcular el potencial de dos cáscaras semiesféricas que tienen una determinada distancia entre si y que son ambas eléctricamente conductoras.

 

Entonces, como si fuera una ocurrencia del momento, dijo:

«Tenemos también la tierra y la ionosfera. Tomen como ejemplo el diámetro de la tierra y el diámetro de la capa inferior de la ionosfera, la capa Heaviside y calculen que frecuencia propia resulta ahí».

Él, naturalmente, tenia que calcularlo también, para ver si lo que sacaban los estudiantes era correcto y entonces obtuvo como resultado aproximadamente 10 ciclos por segundo.

 

Publicó este resultado en una revista de Física Técnica y casualmente un medico que se interesaba por la Física y era suscriptor de la revista, el Dr. Ankermuller lo leyó y le llamó poderosamente la atención este resultado, ya que 10 Hertz es el ritmo Alfa del cerebro humano, es decir una frecuencia muy característica.

 

Se puso enseguida en comunicación telefónica con el Dr. Schumann y le dijo:

«Es interesantísimo lo que Ud. midió, de que la tierra tiene la misma resonancia propia como el cerebro humano. Habría que controlar si esto es realmente así».

 

«Bueno, le contestó el Dr. Schumann, si esto es interesante para la medicina, voy a poner a un estudiante que justamente tiene que hacer su tesis de doctorado, para que lo verifique con mayor precisión, pues los 10 Hertz calculados eran un valor muy aproximado».

El doctorando se llamaba Herbert König, quien fuera mas tarde yerno del celebre Dr. Ernesto Hartmann y posteriormente fue sucesor del Profesor Schumann en la Universidad de Munich.

 

El Dr. König, a través de muchas mediciones, pudo determinar luego que el valor exacto no era 10, sino 7.8 Hertz y esto hizo que el asunto sea todavía mas interesante, pues 7.8 Hertz es la frecuencia del hipotálamo y es la única frecuencia que en todos los mamíferos, incluyendo el hombre, es tan exactamente común.

 

Mientras el ritmo Alfa varia de una persona a otra y el mismo es de aproximadamente 9, 10, 11 Hertz, la frecuencia de 7.8 Hertz es como ya se dijo arriba, exactamente común a todos, es una constante normal biológica, que funciona como un marcapaso para nuestro organismo y sin esa frecuencia, la vida humana no es posible.

Esto se comprobó mas dramáticamente con los primeros astronautas, tanto los rusos como los americanos, pues estos volvían de su misión espacial con muy serios problemas de salud. Al estar volando fuera de la ionosfera les faltaba la pulsación de esa frecuencia vital de 7.8 Hertz. Mas tarde, este problema fue subsanado por generadores de ondas Schumann artificiales.


Los científicos de la NASA hicieron en ese tiempo muchos estudios interesantes al respecto. Uno de ellos, el Profesor Wever hizo construir un bunker subterráneo totalmente aislado magnéticamente. Durante varias semanas hizo experimentos con estudiantes voluntarios que quedaban encerrados allí.

 

A los pocos días se producían en los mismos serios problemas de salud:

  • dolor de cabeza,
  • migrañas,
  • desvaríos, etc.

Y sobre todo los ritmos cardiacos se desarticulaban totalmente.

 

Pero si luego se hacían ingresar a ese bunker pulsaciones de 7,8 Hertz, por un breve tiempo, entonces las condiciones de salud de los voluntarios se volvía a estabilizar nuevamente durante varios días.


Hay muchas personas que sufren gravemente las consecuencias, cuando por causas meteorológicas, especialmente por las tormentas electromagnéticas, esas frecuencias de ondas Schumann se ven interferidas. Muchos problemas cardiacos son debidos a este hecho.

 

Las modernas terapias biomagneticas, con ayuda de aparatos generadores de ondas Schumann y de ondas geomagnéticas aportan hoy en día una valiosa ayuda para superar estos problemas.

Verdades y Mitos que rodean a la Resonancia Schumann

 

La Resonancia Schumann es un conjunto de picos en la banda de frecuencia extra baja (ELF) del espectro radioeléctrico de la Tierra.

Esto es porque el espacio entre la superficie terrestre y la ionosfera actúa como una guía de onda. Las dimensiones limitadas terrestres provocan que esta guía de onda actúe como cavidad resonante para las ondas electromagnéticas en la banda ELF. La cavidad es excitada en forma natural por los relámpagos, y también, dado que su séptimo sobretono se ubica aproximadamente en 60 Hz, influyen las redes de transmisión eléctrica de los territorios en que se emplea corriente alterna de esa frecuencia.

La frecuencia más baja, y al mismo tiempo la intensidad más alta, de la resonancia de Schumann se sitúa en aproximadamente 7,83 Hz. Los sobretonos detectables se extienden hasta el rango de kilohercios.

Este fenómeno se llama así en honor de Winfried Otto Schumann, que predijo matemáticamente su existencia en 1952, a pesar de ser observada por primera vez por Nikola Tesla y formar la base de su esquema para transmisión de energía y comunicaciones inalámbricas. La primera representación espectral de este fenómeno fue preparado por Balser y Wagner en 1960.

Cultura popular

Dicen que la resonancia de Schumann juega una parte significativa como explicación de la telecomunicación , así como en la armonía entre el campo magnético terrestre y el campo magnético humano.

Pseudociencia

En algunos sitios de internet y libros, realizan afirmaciones pseudocientíficas, asociando dichas ondas con las ondas alpha, y adjudicándoles un papel en los procesos biológicos.

Entre los errores de estas publicaciones se encuentran los siguientes:

Adjudican a las ondas Schumann una frecuencia exacta e invariable de 7.8 Hz, cuando ésta es aproximada y variable. Incluso ni siquiera están presentes constantemente.

Adjudican a las ondas alpha una frecuencia exacta e invariable, también de 7.8 Hz, cuando varían entre 8 y 12 Hz. Ni siquiera son frecuentes en niños, lo que descartaría que sean imprescindibles.

Considera que las ondas alfa son una sincronizadoras, cuando en realidad se considera que son producto de la sincronización de las neuronas. Es decir, que esas publicaciones pseudocientíficas invierten causa con efecto.

No poseen citas ni referencias a artículos científicos con revisión por pares, ni a ensayos concluyentes.

No poseen ninguna explicación del supuesto mecanismo, ni ensayos falsables que lo demuestren, sino que recurren a la falacia lógica cum hoc ergo propter hoc.

Otras informaciones no comprobadas

La Resonancia Schumann es algo así como un pulso electromagnético. Ese pulso lo causan las ondas que viajan por el espacio comprendido entre la superficie terrestre y la ionosfera (a 100km de altitud), que actúa de caja de resonancia.

La frecuencia más o menos constante de dicha resonancia son unos 7’8 hertzios, y constituye una especie de latido o “tempo”, como un metrónomo planetario. Es responsable del equilibrio biológico, y las ondas de nuestro cerebro pulsan a esos 7’8hz. Experimentos realizados con astronautas en el espacio demostraron que fuera de la resonancia Schumann sufrían desequilibrios y enfermedades.

Desde 1980 dicha pulsación ha ido aumentando progresivamente de esos 7’8hz a los 11hz, y de los 11 a los 13hz. Entonces, ¿qué ocurre con nosotros?¿seguimos pulsando a 7’8hz?

Existe un fenómeno llamado “vibración por simpatía” que nos puede ayudar a entender este fenómeno y, de paso, comprender como poder vibrar a esa nueva frecuencia.

Ese aumento del pulso electromagnético de La Tierra obedece a cambios estructurales y evolutivos del propio planeta y, por extensión, de sus habitantes. Algunos síntomas físicos son la sensación de que el tiempo corre más rápido (en principio, las 24h del día se viven como 16), dolores de cabeza o espalda, etc…
De algún modo, debemos empezar a funcionar bajo esa pulsión. El propio planeta ya nos empuja, pero internamente es interesante tomar la proyección correcta para acompañar ese cambio.

La vibración por simpatía o por resonancia es un fenómeno físico curioso que se da, entre otros, en la música. Es una vibración que se induce en un cuerpo por cercanía del que emite las vibraciones.

Si abrimos la tapa de un piano y tocamos con fuerza un La, por ejemplo, al soltarlo veremos que todos los La que hay en el piano suenan en ese momento, aunque más flojo. Ese primer La ha inducido a los restantes a que vibraran.

Eso se debe a que la vibración de una nota es equivalente en sus octavas superiores e inferiores. Para que se entienda: tenemos el La 440hz, su octava superior es el La 880, la siguiente el La 1760 y así sucesivamente hasta superar la barrera de los 20.000hz, en que los sonidos dejan de ser audibles. Se multiplica por 2 la vibración.

Las octavas inferiores también pero dividiendo por 2: 220, 110, 55, hasta que bajamos de cero, con lo cual dejamos de oír el sonido. Hacia arriba oiremos sonidos cada vez más agudos y hacia abajo cada vez más graves.

La octava superior contiene en ella misma la cantidad de vibración de la inferior más una unidad entera más. Y las inferiores la mitad de la que viene después. Así, un La está representado en todos los demás Las de un modo holográfico.

Por lo tanto, podemos decir que la resonancia Schumann está haciendo vibrar algunas notas en nosotros por el efecto de simpatía. Debemos detectar cuales y, a través de ellas, subir el tono vibracional para adecuarnos al que pulsa el planeta. Es decir, el planeta nos está induciendo a vibrar más alto.

Esos tonos no se definen como notas, pero en el fondo estamos hablando de lo mismo: vibraciones. La vibración interna de cada uno es como su nota particular, su acorde. La vibración de la tierra hace resonar los tonos vibracionales que tenemos cada uno, más los de la naturaleza.

Esa particularidad hace que cada persona tenga sensaciones o incluso vivencias diferentes al respecto. Por ello es importante detectar en que parte de uno mismo el planeta está haciéndonos vibrar más alto, o llamándonos a hacerlo.

Puede sonar demasiado abstracto, así que pondré un ejemplo más claro con la risa: La risa se contagia por ese mismo fenómeno. Y no porque nos la contagie alguien más o menos simpático, sino porque la vibración de la risa está fuertemente enraizada en el Alma del ser humano. Por ello se dice que el sabio siempre ríe.

Una risa auténtica, un ataque de risa o la risa de un niño contagian al más duro de los seres. Al principio quizá no, nos mantenemos en nuestra vibración baja debido a nuestros problemas y dificultades, pero poco a poco va ablandándonos hasta que nos vence.

Gran parte de la investigación en los últimos 20 años se ha llevado a cabo por el Departamento de la Marina de EE.UU. que investiga la comunicación de frecuencia extremadamente baja con submarinos.

En resumen: la frecuencia Schumann es un concepto científico que nos permite comprobar que los cambios en la resonancia del campo electromagnético terrestre tendrían su correlato en variaciones sobre nuestra percepción del tiempo. Entre otras cosas, esto insumiría también cambios en nuestra salud, en nuestro comportamiento y, además, en las condiciones ambientales y geológicas del planeta.

Fuentes y referencias:

http://www.phils.com.au/schumann.htm

http://www.ciencias.es/el-tiempo-no-para/

http://www.earth-prints.org/bitstream/2122/3670/1/2rossi.pdf

http://en.wikipedia.org/wiki/Schumann_resonances

http://www.agu.org/pubs/crossref/2011/2011GL049668.shtml

Las Resonancias Schumann, documental y bibliografía básica.

I.-Concepto.

Facilitaremos el concepto con varios documentales adaptados didácticamente para que todos los lectores puedan entenderlo:

Las Resonancias Schumann.

El Vortex que rodea la Tierra: II

11 Votos

 

Tras los estudios de Francis Everitt, Investigador principal de a misión Gravity Probe B, de la Universidad de Stanford, quedo claro que al parecer el espacio-tiempo que rodea la Tierra está distorsionado tal y como ya Albert Einstein predijo. La razón y la causa son las emisiones de plasma procedentes del sol.

Los últimos hallazgos científicos, muestran que la gravedad interactúa con el espacio-tiempo, tal y como Albert Einstein sugería. La cuestión reviste especial interés, ya que este hecho explicaría toda la lógica de la teoría de “superwave” formulada por astrofísicos de la talla del Dr. Paul Laviolette, en la línea de la Radiofrecuencia Cuántica Diferencial. La interacción de la Gravedad con las ondas fase y las líneas del Tiempo, trazaría escenarios en los que a nivel subcuántico, se modificaría el espacio-tiempo.

La NASA, ha publicado un draft en el que resume los resultados mas relevantes de la misión, en su web de divulgación científica.

De acuerdo con los resultados de esta misión, estamos ante el comienzo de un giro de 180º en la concepción de los modelos de la física. Resulta interesante comprobar cómo poco a poco la NASA, va confirmando las teorías que anteriormente cuestionaba e incluso consideraba ridículas. Ante este hallazgo, debemos recordar a todos los científicos a los que se ha ridiculizado, censurado e incluso a riesgo de perder sus puestos de trabajo y su credibilidad.

Tarde o temprano las evidencias salen a la luz, y en esta ocasión en memoria de Albert Einstein, cuya formulación ya apuntaba a este interesante hallazgo.

El descubrimiento es de gran transcendencia, ya que abre las puertas a una nueva dimensión de la física, tal y como asegura Clifford Will de la Universidad de Washington, y en esa línea seremos capaces de entender los puentes de Einstein-Rossen y otros eventos espacio-tiempo, asegura Will.

Y es que cada vez está más claro: Las Resonancias Schumann son la clave para entender la Gravedad y no a la inversa. La explicación está en la Radiofrecuencia Diferencial y no en la física de Partículas.

mas aquí:

http://fundacion-eticotaku.org/2014/05/06/el-vortex-que-rodea-la-tierra-ii/

En esta línea recomendamos la lectura de:

Espectacular llamarada solar el día 24 de abril. Las emisiones del sol pueden cambiar los estados de la materia.

“Nosotros, como el tiempo, también nos desdoblamos”: audio y entrevista al físico Jean-Pierre Garnier Malet

El Mensaje de las estrellas: Algo está cambiando. Universo Inteligente.

Fundamentos y formulación clave de la Física Cuántica Diferencial: Cuaderno Nº1.

Un reciente estudio científico plantea el problema de la propiedad fractal del tiempo en función de las frecuencias.

Las Resonancias Schumann y la Salud Humana.

28 Votos

 

Lewis B. Hainsworth de la región Occidental de Australia fue el precursor de las primeras investigaciones relativas al reconocimiento de señales relacionadas entre las frecuencias cerebrales y los ritmos de reconocimiento de las ya entonces conocidas como Resonancias Schumann (RS), ubicadas en el espacio comprendido entre la superficie de la Tierra y la Ionosfera.  Los resultados de la investigación independiente de Hainsworth fueron compartidos  en 1975 y posteriormente investigados en profundidad por el Dr. Robert O. Becker experto en contaminación electromagnética en el Departamento de neurología de la Universidad de Harvard.

En 1977  este fenómeno (la relación entre los ritmos cerebrales y el espectro de las señales  de Extremadamente Baja Frecuencia (ELF) constituyeron las bases para el estudio realizado por Itzhak Bentoy  “Stalking the Wild Pendulum”. En dicho estudio, se analizó la correlación existente entre las ondas cerebrales y las RS. Una investigación posterior, confirmó de nuevo la relación existente entre la salud humana y el bienestar y determinados fenómenos psíquicos relacionados con las RS. (Dutton 1977).

Hainsworth  ya anticipó  una clara distinción entre la contaminación electromagnética peligrosa y la existencia de las Ondas Electromagnéticas beneficiosas, tomando como referencia los pulsos electromagnéticos procedentes de tecnologías como HAARP [High-frequency Active Auroral Research Program], altamente peligrosas, pues supone el envío de violentas pulsaciones hacia la Ionosfera terrestre y que potencialmente pueden interferir las RS en la superficie del planeta y ciertamente afectar a toda la biosfera y en particular al comportamiento y la salud del ser humano .

Recientemente, algunos investigadores como (RL Guerrero y D. Broers 2010) han descubierto que las frecuencias de las RS se han ido incrementando en algunos ciclos por segundo respecto a las mediciones efectuadas por Polk y en consecuencia afectando la lógica de los procesos biofísicos, las estructuras del ADN y los procesos de negociación del sistema nervioso. Este proceso se ha denominado: Relación Ionogenomática y se define como la interelación entre la biofísica, la ionosfera y el ADN, mediante los paquetes de datos que van asociados a las RS.

El ingeniero de Telecomunicaciones Lewis B Hainsworth, fue el primero en sugerir que la salud humana estaba vinculada con los parámetros geofísicos através de las RS naturales. En su hipótesis original, los ritmos de actividad alfa cerebral interactuaban con las RS armonizando los procesos de las señales electromagnéticas del cerebro. Hainsworth, añadía que la percepción de bienestar y/o malestar físico estaba en relación causa-efecto con las ELF, por lo que las interferencias en las RS  Ionosféricas, alterarían igualmente la salud.

Finalmente Hainsworth concluía que las frecuencias procedentes de las ondas cerebrales interactuaban con las emisiones RS y generaban respuesta, por lo que la lógica de este proceso está interconectada con el proceso evolutivo del ser humano. Hainsworth,  concluye que las variaciones en los patrones de las RF y su interacción con las ELF podrían producir efectos desastrosos o beneficiosos para la salud humana.

La naturaleza de los estímulos aplicados, hace complicada la tarea de identificar las respuestas directamente, ya que éstas generalmente se evidencian en la forma de procesos de estados de stress o estados alterados de conciencia. Las perturbaciones asociadas a dichas variaciones implican un drástico incremento en desórdenes mentales, conducta antisocial, somatización de estados de dolor y otras perturbaciones neurológicas. Así mismo, las interferencias en el proceso de negociación con las RS, también han estado asociadas con procesos de crecimiento anormal de tejidos (cancer) e inmunodeficiencia.

Todos estos factores podrían condicionar la aparición de nuevos trastornos y enfermedades probablemente acompañados por una menor resistencia a las infecciones menores, asociado a un incremento anormal de la proliferación de tejidos celulares, incremento del cáncer  defectos congénitos de nacimiento, infertilidad y un incremento generalizado de los trastornos psicológicos,  adicción a las drogas y suicidio. Estos problemas psico-socio-biológicos incrementan en escala a medida que existen desviaciones desde los ciclos normales del alfa de 10.4Hz a 13 Hz, con cambios detectables en las características psicológicas y las abilidades mentales.  En este sentido, Hainsworth apuntaba ya que la interacción en el proceso podría interferirse o reforzarse por el propio individuo, de manera que éste adquiriese capacidades autónomas para autoregular sus procesos biofísicos en los procesos de salud consciente. Sin embargo el estudio de Hainsworth se centra únicamente en el nivel inconsciente.

Finalmente Hainsworth señala la necesidad de investigar en el marco de las medidas naturales de las señales de RS así como sus interferencias, variaciones, y amplitudes de onda, anchos de banda, espectros y compararlas con las estadísticas existentes de ataques cardiacos, tentativas de suicidio, accidentes en carretera, violencia social, accidentes domésticos, crímenes, etc. En esta línea, surgen estudios como los llevados a cabo por Krippner y Persinger en 2001, en los que se buscan correlaciones entre experiencias psíquicas y movimientos de las placas tectónicas, así como la percepción de realidades cuánticas, informes de abducciones, avistamientos de OVNIS y otras experiencias  biofísicas vinculadas a la modulación de las Resonancias Schumann.

Curiosamente en el estudio realizado por Krippner y Persinger, se adopta una metodología necesaria para ulteriores investigaciones que nos permitirán entender muchos de los aspectos que Hainsworth apunta y que Broers y yo consideramos esenciales.

En la misma línea, existe una evidencia fuerte de interacción entre la radiación microondas y los espectros de modulación de las RS.  En este punto (Miller & Miller 2001), relacionan los efectos a corto, medio y largo plazo de las interacciones entre las ELF y las señales de HAARP.  En (“Synthetic Telepathy”  Miller & Miller 2001), exponen los efectos de las ramificaciones  residuales de la contaminación electromagnética y sus consecuencias en los ritmos de  modulación  de 10 a 50 Hz en el sistema humano.

En (The Diamond Body, 1981 Miller & Miller) , ya se expone de forma extensa una aproximación a los beneficios de las RS y el bienestar humano, precisamente relacionado con los ritmos conscientes de relajación natural. Cuando una persona entra en un estado de relajación profunda, sus ritmos cerebrales y cardíacos pueden ser detectados en un Electro Encefalograma y un Electro Cardiograma, en un ritmo que oscila  en un rango comprendido entre los 7 a los 8 Hz. En este estado, la RS de emisión aparece cuando la frecuencia natural de vibración de un órgano es amplificada por las vibraciones de otro órgano a la misma frecuencia. Denominamos este proceso como efecto Miller o principio de coherencia de las RS.

La cuestión de base implica la capacidad explícita de contagio de las RS, o la externalidad positiva del bienestar a nivel armónico. La relajación coherente, implica la convergencia armónica con los niveles de la RS en todos los órganos del cuerpo humano y por efecto de transmisión entre todos los individuos que realizan el mismo experimento.

Los osciladores alteran el entorno de una forma periódica. Si la onda genera un oscilador armónico de señal larga, incrementa el espectro de amplificación natural de la resonancia, haciendo que el resto de los órganos del cuerpo sintonice la misma señal. De la misma forma existe una jerarquía de frecuencias individuales y colectivas que enlazan nuestros estados de ánimo y percepciones psicológicas con los osciladores armónicos geofísicos de la carga electromagnética de la Tierra, que curiosamente genera impulsos en el espectro de Polk: De 7Hz a 50Hz.

Por simplificar, el efecto consiste en sintonizar de forma conjunta las mismas frecuencias desde diferentes espectros de banda, de forma que la resonancia sea convergente precisamente en el espectro de Polk. A este efecto le denominamos convergencia diferencial y es función directa de la convergencia de los diferenciales König-Guerrero de cada ser humano.

Los osciladores alteran el entorno de una forma periódica. Recientes estudios realizados por los hermanos Correa, han determinado que existe una relación lógica entre las estructuras subcuánticas del gravitón y el escenario de modificación del enrejado del quantum. A esta relación causa/efecto entre un impulso energético logarítmico y la modificación de fases de la estructura mallada de la onda gravitón fase/gravitón energía, la denominamos impulso de oscilación.

El impulso de oscilación es capaz de modificar la estructura onda/energía, generando una correlación implícita con la estructura de las partículas fundamentales conocidas, tal y como ya analizamos en IRCAISCIC20100731

De igual manera, los osciladores alteran el entorno de emisión-recepción, en el organismo. Así, las ondas que se generan desde dentro de él, modulan su oscilación en función de los estados de relajación, concentración y concentración, ampliando el período de la señal. En el caso contrario, los estados de ansiedad, nerviosismo e irritación, acortan el periodo de ésta.

Cuando trabajamos de forma prolongada y consciente los estados de relajación, estamos interactuando con los procesos biofísicos de los receptores AMPA y NMDA, que actúan como amplificadores de la resonancia entre las RS Externas y los circuitos descritos en el IRCAISCIC20100703. Recientemente se ha demostrado que el Ca++ y la Calmodulina, son los responsables de la generación de este efecto de resonancia electromagnética interna. Por así decirlo, la suma de un Ión de Calcio (+) marca la diferencia entre el estado normal y la señal modulada respecto de la recepción de las frecuencias medidas por Polk.

La sintonización óptima se produce en el entorno de los 13Hz, que justamente coincide con la banda superior de oscilación del alfa y la banda superior del pico de frecuencia intermedia de las RS correspondientes al diagrama de Polk.

Curiosamente se ha detectado que en este proceso de convergencia, existe una coherencia de señal en el resto de las constantes biológicas del individuo. En concreto, la señal del electrocardiograma y el electroencefalograma de individuos en estado de relajación, presentan exactamente idéntico perfil de señal. De esta forma, definimos la convergencia en términos de una función de transformada de Fourier convergente entre las Frecuencias de la Tierra medidas por Polk y las frecuencias oscilantes estabilizadas en el ser humano. Cuando Tierra y Ser humano, resuenan a la misma frecuencia de forma continua, se genera el efecto biofísico estudiado en IRCAISCIC20100703 y la consecuencia prolongada de esta convergencia potencia los procesos del aprendizaje, el bienestar y la regeneración celular de tejidos. A largo plazo, interactúa con el ADN, mediante la producción de aminoácidos que actúan como Qbits en los procesos de replicación, sin intervención de los puentes de hidrógeno.

Nuestro planeta está rodeado de una capa de partículas cargadas eléctricamente que conforman la ionosfera. La capa inferior de ésta se extiende a unos 60-80 Km de la corteza y actúa como una pantalla reflectora de ondas de radio, filtrando una pequeña parte residual de ellas. Las fluctuaciones naturales de estas ondas se producen de forma diaria como consecuencia de las tormentas solares, de los rayos cósmicos procedentes del espacio y de las ondas subcuánticas y cuánticas procedentes del centro de la Galaxia.

En la medida en que la ionosfera está altamente ionizada con cargas positivas, y la Tierra con cargas negativas, se produce una diferencia que actúa como un generador natural de energía. Este potencial diferencial de energía, es variable, pero oscila como media entre los 150-250 voltios por metro. Los vientos solares al interactuar con las capas superiores de la atmósfera que están en continua convención, actúan como un generador de producción continua de energía. La capa inferior de la atmósfera, actúa como un acumulador de energía, como una batería.

Esta misma relación electromagnética afecta a nuestro organismo, que es capaz de interactuar también con las cargas electromagnéticas de la Tierra y de las capas inferiores de la atmósfera, modificando y retroalimentando flujos de energía. Una manifestación externa de este efecto, es nuestra capacidad de gestionar la electricidad estática. Por así decirlo, generamos nuestro propio campo electromagnético, como consecuencia de las diferentes reacciones Bioquímicas que somos capaces de generar.

En 1957, el Físico Alemán Dr.W.O.Schumann calculó las frecuencias correspondientes a la caja de resonancia generada por la interacción entre la Tierra y la Ionosfera, y fijó entre 7,8 y 13Hz la resonancia permanente y predominante de la Tierra.

Ya sabemos que la salud humana está interconectada con los parámetros geofísicos mediante las Resonancias Schumann. Igualmente en esta línea un gran número de estudios científicos se han realizado para determinar la relación entre las tormentas ionosféricas y el geomagnetismo. De hecho, la relación ionogenomática es la que nos proporciona las claves que ya apuntó  Hainsworth y que indirectamente Miller ha demostrado a nivel biofísico con la formulación del principio de Miller o de coherencia: Ese efecto contagio, es la prueba de la comunicación convergente y desde 2010, sabemos determinar el punto exacto de la oscilación en función del potencial del generador humano: El Diferencial König-Guerrero. (DKG)

La modulación convergente del DKG, oscila en estructuras tribanda y pentabanda, al igual que cualquier antena de telecomunicaciones.  Cada ser humano presenta una configuración biofísica diferente, pero oscilante en la banda de frecuencia de anclaje comprendida entre los 5-6 Hz (la banda inferior), los 7-8Hz (la banda intermedia) y los 8.5-9Hz (la banda superior).  Se denomina banda de anclaje, porque corresponde a los valores desde los que cada ser humano intersecta la frecuencia de la Tierra, entre los 7,8-13Hz. Precisamente es desde los valores de la franja inferior del Alfa, donde se alcanza el óptimo de resonancia por conexión (El superior del Alfa o Alfa consciente en los 12,9Hz).

Esta estructura se denomina convergente, ya que es capaz de oscilar y sintonizar con la banda permanente de la Tierra, medida por Schumann, y se representa como una función Convergente de Transformada Fourier que toma como valores de referencia los representados en el diagrama de  medición de Polk.

Cuando los estados del individuo son alterados o involuntarios, la disposición de los valores del Alfa presenta dificultades de acceso, por lo que denominamos estados adivergentes a situaciones prolongadas en el tiempo que mantienen una dispersión entre los valores correspondientes a los ritmos biofísicos y los valores de referencia representados en el diagrama de medición de Polk. Bajo estas circunstancias se aprecian estados inarmónicos de ánimo, salud, etc…

Finalmente, un porcentaje muy reducido de individuos (5%), presenta una configuración biofísica no convergente con las Resonancias Schumann sin que se aprecie sensibilidad alguna a las oscilaciones de las bandas, ni tampoco se detecten patrones de dispersión en los rangos de Polk. Curiosamente y a diferencia del resto, presentan capacidades de gestión de ritmos constantes de Stress y Rendimiento alto en valores próximos a 77Hz, manteniendo inalteradas sus constantes vitales.  Presentan un diagrama emocional plano y sus constantes vitales “aparentemente” no varían en función de sus estados de ánimo reportados. Resulta extremadamente curioso comprobar cómo este pequeño porcentaje de individuos no manifiesta sensibilidad alguna a los estados emocionales.  Son capaces de acelerar del reposo a la actividad máxima, de estados de reposo físico a máximo rendimiento, sin experimentar  emociones, ni sentimientos.

sigue…http://fundacion-eticotaku.org/2011/01/15/las-resonancias-schumann-y-la-salud-humana/